jueves, 21 de febrero de 2013

¿Que me pasa doctor?

Jo, al final no pude quedar anoche con J., estaba liado así que estuvimos charlando un poco por wasapp y lo hemos dejado para esta noche. Así es aún mejor.
Es jueves y éstas seguro que salen a dar una vuelta, aunque el tiempo aqui en Málaga está chunguillo por la lluvia. La cosa es que tendré el piso (y a J.) todo para mi sola. (je je je).

La cosa es que terminé sola en mi cama, leyendo a Grey... así que mi imaginación se echó a volar y es por eso tuve el siguiente sueño:

Estaba en una habitación, todo era muy blanco a mi alrededor, era muy amplia, no podria decir en que lugar estaba, no lo reconocía. Yo iba vestida tambien de blanco, zapatos blancos, medias blancas con liguero a juego, minifalda y camisa muy ajustada y con la mitad de los botones desabrochados... era una "enfermera sexy".

Al fondo de la habitación habia un punto en penumbra, se podía vislumbrar una cama de hospital. Supongo que como era la enfermera fui a ver al paciente misterioso. Me acerqué y quedé envuelta en esa oscuridad, como si fuera una niebla de color gris oscuro que envolvia el espacio alrededor de aquella cama como una barrera que impedia ver con claridad que pasaba tras ese "muro" de humo negro y nos proporcionaba a los interior una mayor intimidad.

Tumbado en la cama habia un joven apuesto, no puedo recordar su cara (no sé si se trataria de J o de la personificación del Grey de mis fantasias), tenia los brazos inmovilizados por correas, como en un hospital psiquiatrico. Permanecia con los ojos cerrados y no se movia, parecia muerto...

Me acerqué a tomarle el pulso y ver si respiraba cuando tenia los brazos libres (es un sueño, no le busqueis mucha logica a la historia) y se avalanzó a por mi. Me agarró de la camisa y al intentar zafarme se rompieron los pocos botones que llevaba abrochados y mis pechos quedaron al descubierto.


Luego ya estaba en otra especie de habitación, toda roja, como forrada de terciopelo, y ahora era yo la que estaba atada, pero de pies y manos a la que parecia ser la cama de algun demonio. El cabecero era negro y retorcido, como con espinas y le salian unos cuernos del centro a los cuales me encontraba atada con cintas negras. Los pies de la cama eran una especie de garras que se cerraban hacia el colchon, quedando mis piernas atrapadas entre esa especie de "dedos" de ébano. Intenté gritar pero no salia ningun sonido de mi garganta.

Mi captor se me acercó. No podia verle el rostro pues iba con un antifaz negro en forma de alas de murcielago. Llevaba en la mano una especie de bastón, tambien retorcido y negro y empezó a recorrer mi cuerpo con la punta, desde mis pantorrillas hasta mi cuello, arañandome y dejando hilos rojos de sangre corriendo por mi cuerpo. Se colocó encima mía y apoyandose en los brazos empezó a reptar encima mia a la vez que lamía mi sangre. Su lengua era exageradamente larga y puntiaguda.

Llegó a mis pechos, los besó, los chupó y me mordío un pezón. Tambien sus dientes eran afilados, y totalmente negros. Empezó a clavarmelos en el cuello en un mordisco y al mismo tiempo movia su lengua en circulos...estaba muy fria.

No entiendo porqué, pero estaba excitada (En la vida real detesto el dolor). A cada mordisco arqueaba mi espalda de placer, y no paraba. Me recorria con su lengua dura, con sus uñas como garras, con sus dientes afilados.

Extrañamente, por que le tenia más bien a un lado de mi, noté que su miembro iba reptando por mi ingle, buscando el camino hacia mi sexo como si tuviera vida propia, como una serpiente. La sentí dentro de mí tan voluptuosa que me llenaba completamente, demasiado caliente, podría decir que me iba quemando segun entraba y salia de mi cuerpo... cada vez más rápido, más violentamente...hasta que grité, y mi aullido quedó como un eco en esa terrible habitación, una mezcla de placer y dolor salia de mi cuerpo a raudales en forma de líquido vaginal...

Y ya me desperté. Bastante rarito,  ¿no creeis?
Supongo que como ya lei en 50 sombras de Grey la escena donde le enseña su "habitación del dolor" como la denomina Ana, toda llena de fustas, latigos, poleas para colgar a la gente, cruces donde atarlas...
Pues eso, mi mente enferma hizo un remix diabólico.
Pero me desperté todavía un poco alterada. Ha sido un sueño muy intenso, muy real, mi entrepierna estaba latiendo, y recordaba todos los olores; podia sentir perfectamente el quemazón cuando me arañaba todo el cuerpo...Tan rallante que lo primero que he hecho es subirme la camiseta del "pijama" para ver si tenia alguna señal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario