Ayer estuve todo el dia sola, así que aproveché para estudiar. A eso de las 8 de la tarde paro y me voy a ducharme, para quedarme limpia y relajada despues de un dia de mierda. Qué aburriniento!
Como estoy sola, salgo del baño sólo con dos toallas, una alrededor de mi cuerpo y otra enrollada en mi pelo. Enciendo la luz de mi habitación y, aunque la cortina estaba echada, la persiana estaba levantada y allí estaba él. El vecino de enfrente, cómo no, fumandose un cigarrito en la ventana. Tendrá unos 40, aspecto sucio, vamos, un asquito tío. Mira en mi dirección y ya dudo de si es capaz de ver mi silueta a través de la cortina, me pongo nerviosa. Por un ionstante pasa por mi cabeza hacer como si nada, que mire si quiere y que disfrute con las vistas, pero por otro lado me da un poco de apuro. Así que decido bajar las persianas y ya entonces quitarme las toallas mojadas para vestirme con el pijama (el de franela, que está haciendo frío estas noches).
La cosa es que esta mañana, me levanto y voy hacia la ventana para que entre luz y aire fresco y nada más abrir la persiana y apartar las cortinas... ahí estaba el vecino, fumandose un cigarrillo, mirandome de manera extraña, entre desafiante, divertida y perversa. A saber que se le estaria pasando por la cabeza, seguro que estaba haciendose una paja mental.
Empiezo a pensar que todo esto no es casualidad, quizá esté acechante, esperando a ver que puede pillar. A mi ya me da por pensar que es un pervertido al que le gusta espiar a jovencitas. Si fuera un chaval (ya no te digo buenorro) medianamente apañao, pues una seguro que se dejaba las cortinas descorridas "sin querer" alguna que otra vez. Por el morbo de sentirse observada y deseada en la distancia. Buah, ya estoy fantaseando. I. tiene razón, necesito echar un polvo.
PD:Por este otro lado tambien estoy deseando cambiarme de habitación y dejarle el marrón del vecino asqueroso a I.
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